En la playa de Montforts, después de un día de clima miserable, la lluvia se despejó justo cuando el sol comenzaba a ponerse. El cielo se iluminó con colores vibrantes, transformando la escena en una impresionante muestra de la belleza de la naturaleza. Son momentos como estos los que me recuerdan por qué amo ser fotógrafo de paisajes.
Sony Alpha 7RV
Sony FE 16-35mm f/2.8 GM
f/8 | 25mm | 1/13 sec | ISO 100