El objetivo Sony 12-24 f2,8 G se ha hecho bastante popular en el mundo de la fotografía de paisaje, realmente tienen una buena calidad de imagen, incluso en los extremos y a 12mm tratándose de un objetivo de formato completo.

Lamentablemente, es de una pésima construcción para el propósito que debe tener, es un poco de plástico, le falta estructura para resistir el desgaste de este tipo de objetivos en el trabajo diario.

Entre estas dos imágenes la diferencia esencial es el portafiltros de Haida M15 y el uso de un polarizador insertable magnético. El polarizador es un filtro físico que elimina una parte del espectro visible. De manera que podemos eliminar una parte de los reflejos sobre los objetos, esto sucederá según el tipo de iluminación en mayor o menor medidas. El efecto que realiza un polarizador es algo complejo, por no decir imposible de realizar en postproducción. Por lo que si o si se deberá utilizar uno en gran parte de las fotografías.

Entre la imagen de la izquierda sin ningún filtro y la de la derecha hay dos filtros aplicados, el primero es el polarizador vemos principalmente su efecto en las hojas de la parte inferior. También se ha usado un segundo filtro, un medium de 0.9 (3 pasos) que nos ha permitido hacer una reserva en lo que serian las altas luces.

Todo esto directamente en la cámara sin ninguna postproducción.

Sony 12-24 mm f2.8 GM: estrenamos el angular más potente del momento

En este detalle podemos apreciar la eliminación de parte de los reflejos

Sony 12-24 mm f2.8 GM: estrenamos el angular más potente del momento

Otro ejemplo en el que el ángulo de la luz tiene un gran impacto en la imagen captada

Otro ejemplo más de tres imágenes, en la primera el objetivo sin nada, en la segunda el polarizador ajustado y en la tercera imagen el efecto del polarizador y el filtro medium 0.9

Sony 12-24 mm f2.8 GM: estrenamos el angular más potente del momento

En estas dos imágenes solo hay un súbito cambio de luz

 

La conclusión a la que llegamos es que la construcción de los objetivos actuales dista bastante de los estándares de calidad de hace unos años. Nos encontramos con objetivos que los podríamos definir como de plasticucho, aun siendo objetivos relativamente caros. La calidad óptica es estos objetivos es alta, del centro a los extremos se puede decir que realmente han hecho un buen trabajo, siendo un zoom la calidad prácticamente es la de una óptica fija. Aun así, estos grandes angulares para paisaje sin filtros es como no tener nada.

En lo que es el efecto del polarizador realizarlo a través de filtros es algo ridículo en el tiempo invertido y los resultados, es una ilusión. Estamos hablando de eliminar una parte del espectro que incide en los objetos. En el tema de las altas luces si que podemos usar el apilamiento de imágenes, retoque, etc… invertir horas en lo que podemos hacer con un filtro en segundos. El tema en todas estas ópticas es la estúpida razón que los fabricantes montan parasoles fijos en estos objetivos, sabiendo que se van a convertir un estorbo para la finalidad que están hechos. No es algo que ocurre con este Sony, en el Tamron 15-30, el Nikon 14-24 (el modelo antiguo, en el nuevo podemos poner una simple arandela de rosca). En este sentido, las nuevas cámaras sin espejo deberían facilitar la transición hacia un modelo más simple.

Hace un tiempo estuvimos probando un Leica 24-90 un zoom de hace unos 20 años, el parasol es retráctil y una vez retraído podemos usar un simple portafiltros con rosca.

Recorte del 100% la nitidez es muy alta, es decir que los materiales utilizados en el objetivo tienen una capacidad resolutiva por mm muy elevada. Imagen superior sin polarizador, imagen inferior con polarizador ajustado

De izquierda a derecha, sin filtro, polarizador y polarizador con filtro medium de 3 pasos

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